La corporalidad femenina depende en una parte importante del desarrollo de la mama. El contorno femenino y las prendas y complementos de moda cada vez realzan mejor la figura femenina.
Uno de los problemas que puede ocurrir desde el final de la adolescencia es la falta de desarrollo del pecho. Un tiempo prudente para ver un desarrollo definitivo puede ser los 18 a 20 años. Pasado ese momento, es raro que se produzca el desarrollo. Suele ser cuando las mujeres jóvenes pueden empezar a plantear las dudas sobre su feminidad y corporalidad.
La ausencia de desarrollo de la mama se denomina hipoplasia mamaria y puede tener un importante impacto psicológico en la mujer, tanto a nivel personal como a nivel de relación. Algunas pacientes pueden sufrir atrofia mamaria que puede ser muy severa sobre todos después de terminar la lactancia y cuando se han cumplido los deseos de crianza.
Cuando se ha producido un desarrollo limitado de la mama, se puede plantear una cirugía que permite recomponer la forma femenina de la mujer. Se denomina mamoplastia de aumento, y consiste en aumentar el tamaño del pecho de una forma armónica mediante el uso de implantes mamarios.
¿Cómo es la cirugía?
Se trata de una técnica mediante cirugía, en la que se colocan implantes con forma anatómica rellenos de gel de silicona de alta cohesividad, por el surco submamario y detrás del músculo pectoral. Es nuestra técnica favorita ya que permite que el implante no se marque en la piel, sobre todo en pacientes muy delgadas. También permite que el contacto entre el implante y la glándula mamaria sea mínimo, disminuyendo el riesgo de infección y de contractura capsular. Además la cicatriz queda escondida en el surco, de tal forma que es muy poco visible.
La cirugía (llamada de forma común operación de aumento de pechos) se realiza de forma muy protocolizada, tras comentar el tamaño de implantes a elegir y sobre todo su proyección. En nuestro caso no utilizamos sujetadores ajustados ni bandas.
La recuperación necesita de 3 semanas hasta la vida normal, si bien los deportes pueden necesitar hasta 3 meses. La intervención que realizamos no impide la lactancia, ya que respetamos la glándula mamaria.
En nuestra experiencia las pacientes quedan satisfechas ya que recuperan la corporalidad y se encuentran seguras en lo personal y la vida social. Los implantes no suelen durar de por vida y necesitan una vigilancia sencilla transcurridos 5 años.